¡Por fin en casa!...después de cuatro meses a la orilla del Mediterraneo , he regresado a mi tierra. Y aquí a la sombra de mis queridas piedras , mis calles, mis palacios, mis iglesias, mi río, mis murallas , recuperaré mi yo completo. Es increíble lo que se necesita de todas esas cosas que viviste desde niño , sin ser consciente de que todo aquello existía, era lo "normal", después con la juventud tampoco estás para contemplar lo que te rodea, te llenas de gente y ruido, de ansias, de futuros por realizar... y te vas dejando atrás tus raíces, luego los años pasan , y lo hacen muy rápido , casi el tiempo de un pestañeo; entonces regresas, vuelves tu mirada hacia el ayer, encuentras que todo parece que ha estado esperándote, allá está la muralla con sus cañoneras, aquellas que de niña saltabas, a escondidas de tus padres, aquí el lugar dónde aprendiste a montar en bicicleta con la piedra que te hizo aquel "raspón" en la rodilla del que aún guardas la blanca cicatriz...La casa dónde abriste los ojos por primera vez, las plazuelas dónde jugabas y olvidabas la hora de ir a comer...El colegio, el instituto... Los amigos que también marcharon, pero que de vez en cuando vuelves a ver y que por momentos te hacen remontarte a los años de pandillas, guitarras, guateques... ¡En fin! que ya he vuelto a casita , lo estaba necesitando désde el corazón.
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