Dos días llevamos, en que el otoño asoma su cara más fea. Los vientos desatados oscurecieron el mar y lo rompieron en espumas; todavía ésta mañana parecía que el invierno nos había tomado por asalto, pero eso se desmentía en cuanto salías a la calle y la temperatura ambiente resultaba ser veraniega... La tarde, con el cielo abriendo grandes claros, se está despidiendo apacible y seguramente mañana el sol calentará la arena de la playa. ¡Cosas de la primavera y el otoño!...
Siempre por el Pilar el tiempo se rebota y la gota fría suele amenazar el Levante español, y éste año no iba a ser menos.
DEL MAR AL MONTE
EL OSCURO HURACÁN
CUBRE DE NEGRO
CON ENOJADO GESTO
DESPUÉS LLEGA LA CALMA
4 comentarios:
vos vivís en ese lugar precioso?
...y no se me ocurre ningún tanka..
me quedé extasiada con las fotos!
besitos*
Ahí tienes tu casa Rayu, aunque solo estamos allí el 40% de nuestro tiempo el resto vivimos en una preciosa ciudad amurallada cerca de Salamanca, ¡Mi amado Miróbriga! hoy Ciudad Rodrigo.
Besitos.
Aaaah, esos Pilares y Pilaricas.
tienes razón con este tiempo otoñal, pero qué bonitos son sus colores y más vistos desde la playa a través de tus ojos.
Cuídate y sigo descontando los días para volver a esa Ciudad rodrigo a la que yo también tanto quiero.
Besitos volados y sentidos también para ti.
¡Y que preciosa que es Alberto!... Ya se que tu pasaste allá unos días y que guardas un recuerdo maravilloso, espero que cuando regreses yo esté allí para poder pasearla contigo y describirte cada rincón.
Pero Calpe en éstos días me regala una temperatura divina, y unos cambios de color asombrosos... está bellísimo.
besitos,
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