Hoy, víspera del Pilar, el mar nos regala su tono más azul y en el nos baña haciéndonos olvidar que ya estamos a mediados de Octubre y es ya tiempo de setas, castañas, sin olvidar que los membrillos en sazón esperan para que hagamos ese dulce que acompañará nuestros postres de queso durante el invierno, en mi caso tendrán que esperar un poco más pues no lo haré hasta mi regreso a Ciudad Rodrigo ,a mi "tierra chica" y lo más grande en mi corazón. Esa Miróbriga que me espera con sus piedras, sus plazuelas recoletas, el aire frío y limpio...¡Que voy a decir yo !...
Empiezo a sentir su llamada cuando llegan éstas fechas, algo me dice por dentro que allá está mi puesto, que es hora de cambiar los azules del mar por el dorado de mis antiguas piedras, el traje de baño por la lana confortable, las sandalias por las botas suaves y cálidas.
Todos esos cambios llegarán en breve, mientras tanto acojo encantada lo benigno de éste clima y sus dulces regalos de azul y luz brillante, para guardarlos en la despensa de mi corazón .
SIGO LA SENDA
LLEGAN DULCES LOS CAMBIOS
DORADAS PIEDRAS
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