Hoy es Domingo de ramos y aunque no tengo palma o ramita de laurel, las agito mentalmente para dar mi bienvenida a la primavera que ya se deja sentir desde hace días.
Ésta mañana presencié la procesión de la "borriquita" llena de niños con sus capas azules, del mismo color del cielo limpio que nos acompañaba; mi sobrina, que no tiene todavía los tres años,no podía entender por qué el burrito y Jesús no nos miraban, la imagen iba de espaldas al lugar que ocupábamos, y no quedó muy convencida de que a pesar de agitar su rama con todo el entusiasmo no hiciera el milagro. Algún día ,afortunadamente todavía lejano, comprenderá que hay algunas cosas que no salen siempre como uno quiere y que esto ,desgraciadamente tenemos que aceptarlo.
Ésta mañana presencié la procesión de la "borriquita" llena de niños con sus capas azules, del mismo color del cielo limpio que nos acompañaba; mi sobrina, que no tiene todavía los tres años,no podía entender por qué el burrito y Jesús no nos miraban, la imagen iba de espaldas al lugar que ocupábamos, y no quedó muy convencida de que a pesar de agitar su rama con todo el entusiasmo no hiciera el milagro. Algún día ,afortunadamente todavía lejano, comprenderá que hay algunas cosas que no salen siempre como uno quiere y que esto ,desgraciadamente tenemos que aceptarlo.
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