Como cualquier "otoñal" hay días en que me siento birriosamente arrugada, reseca,
e impresentable...pero los más, menos mal, me siento muy cómoda en mi pellejo que aunque ha cumplido sus añitos, ¡esos ya nadie me los puede quitar! pues... no me siento demasiado mal ¡vamos que estoy hecha un pimpollo ja ja ja!
Tenemos que admitir nuestro hoy, con la misma naturalidad que vivimos el ayer, que cada edad tiene sus encantos y debemos saber encontrárselos... eso si es que vienen muy escondidos, afortunadamente para mi hasta el momento me han salido a simple vista, lo cual no deja de ser una ventaja... década tras década siempre ha habido alguien que me ha hablado de que me voy a sentir deprimida de comenzar la nueva, pero sigo esperando la década que me haga sentir mal, a éste paso llegaré a la conclusión de que soy una incapacitada para esas depresiones... tendré que enterarme si hay algún tipo de indemnización, pensión o lo que sea para ésta incapacidad, pero creo yo que en la propia incapacidad de la que hablo está ya incluido el regalo... ahí está mucha parte de la felicidad que tanto se busca ¿no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario